“QUE EL ALIMENTO SEA TU MEDICINA Y TU ÚNICA MEDICINA TU ALIMENTO”.
Que este cuerpo físico está formado por alimento, es evidente. Lo primero que hace el bebé cuando viene al mundo es respirar y después nutrirse de la leche materna. Con ello podemos decir que hay dos maneras de regenerar un cuerpo: Una a través del ayuno controlado, y otra a través del alimento.
Esta segunda vía se le ha llamado Macrobiótica, y trabaja con la energía de los alimentos. Así pues, el cuerpo se nutrirá en un proceso curativo dependiendo de nuestro estado, de nuestra condición yin o yang, o lo que es lo mismo concentrado o disperso, tenso o relajado.
En ocasiones cuando el cuerpo necesita cuidados médicos para paliar el dolor, después de un accidente, por ejemplo, tomaremos una actitud práctica para evitar el sufrimiento y le administraremos lo que haga falta . Posteriormente ya eliminaremos la medicación con una buena alimentación.
Bien es cierto que un número elevado de personas utiliza la medicación para acortar los síntomas y el tiempo de los desequilibrios físicos. Sin embargo, esta ansiedad por quitar los síntomas, sólo nos conducirá a ensuciar más el cuerpo de química y a sobrecargar, tanto el hígado, como los riñones( Órganos de eliminación).
Este tipo de alimentación nos ha de conducir, entre otras cosas , a no terminar nuestro últimos días en este sueño llamado vida, entubados o enchufados a máquinas y en un centro hospitalario , donde la enfermedad y el pensamiento enfermo inundan todo el espacio . Pero sobre todo a permitir que el transito de abandonar el cuerpo físico, sea apacible y sereno.
Por eso es importante saber manejar la energía de los alimentos y nutrir al cuerpo según los objetivos : físicos , mentales y emocionales.
Seguimos en este viaje acompañándonos y nutriéndonos de la sabiduría del Ser.
Namaste